EL SUICIDIO

En la actualidad hay mucho tabú, miedo, respeto, rechazo… a la acción del suicidio. Uno de los motivo que provoca el aumento de estas actuaciones es la discrepancia subjetiva entre el nivel de contacto social logrado y el deseado; pobreza económica siendo así una consecuencia de la desigualdad social y la privación de bienes materiales, sociales o culturales; las discapacidades físicas y mentales; además de las experiencias relacionadas con conflictos, desastres, violencia, abusos… en definitiva, esto conlleva a un cierto sentimiento nihilista de la vida. Podemos apreciar un conflicto filosófico con respecto a la propia libertad de las personas entre decidir sobre tu propia vida y la muerte. Esta actuación nunca afecta únicamente a quien lo comete, sino que envuelven a su entorno y directamente.

España es un estado laico con ciertas vinculaciones históricas y “concesiones” a la Iglesia Católica debido a los concordatos con el Papado, donde se muestra que “estamos obligados a recibir la vida con gratitud y a conservarla para su honor y para la salvación de nuestras almas”. Las personas que siguen al cristianismo están menos expuestos al suicidio o no lo ven como una solución, se aferran en mayor medida a la fe. 

Según la Organización Mundial de la Salud en 2019, anualmente, cerca de 800.000 personas se quitan la vida y muchas más intentan hacerlo.  El suicidio se puede producir a cualquier edad, y en 2016 fue la segunda causa principal de defunción en el grupo entre 15 a 29 años en todo el mundo. Desde el año 2002 la OMS aconseja que se de visibilidad al suicidio con normalidad por ello, poden a los medios de comunicación "alejarse de las leyendas urbanas" que dicen que hablar del suicidio produce un efecto contagioso, "hablar adecuadamente del suicidio ayuda a prevenirlo"

Los sujetos con evidentes incapacidades motoras para suicidarse podemos traer a colación el concepto de la eutanasia, también llamado “buena muerte” que definimos como medidas para dar la muerte a una persona que libremente la solicita para liberarse de un sufrimiento que es irreversible y que ella considera intolerable. A día de hoy, solo contamos con una propuesta de ley vinculante, por lo tanto, en el territorio nacional no podría aplicarse la muerte asistida, aunque en un futuro cercano cuando se materialice la propuesta de Ley en Ley Orgánica estas personas podrían servirse de la legislación para cumplir su deseo si así lo desean, una muerte digna. 

En definitiva, si estas manteniendo comportamientos y pensamientos suicidas no dudes en hablar con profesionales que te puedan ayudar como Teléfono de la Esperanza: 717 00 37 17 o el de la Asociación Barandilla: 911 38 53 85. 

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