DETENCIÓN DE LOS TRASTORNOS DEL ESPECTRO DEL AUTISMO EN CONTEXTOS ESCOLARES

 El Grupo de Estudio de los TEA del Instituto de Salud Carlos III, Ministerio de Sanidad y Consumo, ha consensuado unos parámetros prácticos y acordado el proceso a seguir para garantizar una eficaz detección, e intervención temprana de los TEA. Podemos señalar que tal proceso implica tres niveles:

NIVEL UNO: Vigilancia del desarrollo:

Los profesionales de la educación, de la salud y de otros servicios sociales, deben regularmente discutir  con los padres el desarrollo psicomotor, intelectual y conductual de sus hijos como seguimiento. Deben vigilarlos atentamente en los campos de desarrollo social, juego, lenguaje y comportamiento para la identificación temprana de los TEA y otros desórdenes. Hay que tener en cuenta las siguientes señales de alerta: no tiene sonrisas u otras expresiones cálidas y de alegría ( a partir de los 6 meses ); no comparte sonidos, sonrisas y otras expresiones faciales repetidamente (a partir delos 9 meses); no balbucea (12 meses); no hace gestos tales como señalar, mostrar, alcanzar o saludar (12 meses); no dice palabras (16 meses); no formula frases de dos palabras con significado (24 meses); y cualquier pérdida del habla, balbuceo o habilidades sociales a cualquier edad.

Como ayuda para detectar cualquier trastorno del desarrollo es aconsejable el uso de escalas realizadas por la persona que cuide a los niños entre los 6 y los 24 meses, como la escala Haizea-Llevant para comprobar el nivel de desarrollo cognitivo, social y motor (0 a 5 años). También el Cuestionario del Perfil de Desarrollo de la Escala de Conducta Comunicativa y Simbólica (CSBS DP), para detectar indicadores prelingüísticos que están en la base de algunos trastornos del desarrollo. Debe ser realizado 

NIVEL DOS: Detección Específica:

Los padres tienen un papel muy importante en la vigilancia, pues son los que detectan en la mayoría de los casos que algo no va bien. La escala Parent´sEvaluation of Developmental Status (PEDS), orienta las preguntas sobre preocupaciones de los padres, y cuenta con alta sensibilidad para detectar problemas del desarrollo de los alumnos de 0-8 años. Es necesario aumentar la observación del desarrollo de los alumnos que presenten alto riesgo de TEA por sus antecedentes personales o familiares. 

En cuanto a las escalas especificas de detección precoz de los TEA, se recomienda el instrumento M-CHAT en niños entre 16 y 30 meses;  el Cuestionario “Social Communication Questionnary” (SCQ), para evaluar a niños mayores de 4 años de edad, con una edad mental superior a los 2 años; la Escala Autónoma, en niños mayores de 5 años; y, por último, el Cuestionario Socioemocional ASQ, dedicado a edades comprendidas entre 1 y 66 meses.

NIVEL TRES: Diagnóstico y evaluación:

Se persiguen dos objetivos: la posible clasificación de un sujeto dentro de una categoría diagnóstica y la evaluación necesaria que dará pistas acerca del diseño del programa de intervención a seguir. El diagnóstico debe ser multidisciplinar, basandose en los criterios diagnósticos contemplados en las clasificaciones internacionales de enfermedades (CIE-11 o DSM-5), debe completar la información diagnóstica con análisis genéticos, metabólicos, médicos, etc. En la evaluación psicopedagógica debe recoger la información de las capacidades cognitivas y evaluación neuropsicología; competencias de relación y comunicación; aspectos emocionales y de personalidad; aspectos curriculares; estilos de aprendizaje; habilidades adaptativas; valoración de las conductas desafiantes; y, valoración de la calidad de vida.