LA EMPATÍA
El ser humano es un ser social, estamos rodeados de personas que tienen percepciones diferentes de concebir la vida, emociones, sentimientos, opiniones y deseos. Una persona empática detecta en cada momento y de manera natural qué es lo que esperan de nosotros los demás, qué sienten y cómo podemos influir en ellos.
Vivimos en una sociedad a la que le cuesta expresar de forma verbalizada las emociones por el contrario, se valora el callar los sentimientos negativos, en especial con persona que no tenemos una gran intimidad. Esto es provocado por el miedo a sentirnos vulnerables al abrirnos emocionalmente ante algún individuo.
Únicamente no exteriorizamos las emociones de manera verbal; también se expresa mediante las expresiones faciales, gestos, el tono con el que se empleamos la voz… Los investigadores Ekman y Friesen llegaron a la conclusiones que las expresiones son conductas congénitas, en ningún caso aprendidas. Sin embargo, las emociones expresadas a través del hablar son aprendidas ya que, están condicionadas por la lengua y la cultura. El 90% de los mensajes emocionales son de naturaleza no verbal y la mayoría de ellos son captados inconscientemente. Una persona empática percibe intuitivamente esos mensajes no verbales, tienen una inclinación natural a reaccionar emocionalmente ante estas señales. Los individuos altamente empáticos saben situarse en la posición del que ven sufrir y recuerdan el sentimiento tan desagradable que han sufrido al ver experimentar esta emoción, esto les lleva a intentar ayudar.
Lo que completa la comunicación verbal son los gestos y actitudes ya que, las palabras no lo dicen todo, para poder comprender lo que siente nuestro interlocutor. Para detectar las emociones ajenas hay que realizar una escucha activa y centrarnos en lo que nos quiere decir el emisor, tenemos que evitar formular la siguiente pregunta a lo que vamos a responder en nuestra cabeza mientras que la otra persona nos habla, es difícil que podamos empatizar y percibir lo que la otra persona está sintiendo en esos momentos. Esto se produce a causa de intentar dar una buena impresión es decir, estamos más pendiente de nosotros que de la persona con la que nos estamos comunicando. Debemos mostrarnos abiertos, permisivos y permeables, evitando los prejuicios y los miedos.
Gracias a la empatía podemos saber lo que otros necesitan. Sin esta cualidad sería muy difícil desarrollar una solidaridad correctamente enfocada. Esta cualidad debe estar presente en multitud de profesiones; una vendedor debe detectar qué quiere su clienta y despertar su confianza; un coordinador de una empresa debe tener empatía con los empleados y proporcionarles motivación; un buen educador debe detectar las necesidades de los alumnos...
Hola Sole!
ResponderEliminarMe encanta la entrada que le dedicas a este tema. La empatía implica el ponerse en el lugar del otro, en unas situaciones es fácil, y en otras no tanto. Como tú creo que todo el mundo debería ser capaz de hacerlo debido a su importancia, pero no es algo que se enseñe en la escuela como el multiplicar o la gramática. Creo que, si desde pequeños se trabajaran las "soft skills" con los niños, en un futuro ganaran en habilidades como la empatía, el trabajo en equipo, la comunicación, el autocontrol,...
También creo que como futuras educadoras sociales debemos tener esta habilidad, y ser capaces de enseñarla, ya que si no somos capaces de ponernos en el lugar de los demás, nunca podremos entender a las personas con las que trabajamos.
Muy buena entrada.
Holaaa Inma.
EliminarMe alegra mucho saber que te ha gustado y te ha sido interesante. Como futuras educadoras sociales debemos tener esta cualidad para ponernos en la situación de los demás y evitar juzgar. Estoy de acuerdo contigo, la empatía se debería trabajar desde pequeños y que mejor forma que mediante la educación, esto favorecería a una mayor comunicación, evitar conflictos y exclusiones por parte de los educandos.
Un saludooo :)